LOS PROBLEMAS
Amados hermanos, cuando tengan que enfrentar problemas, considérenlo como un tiempo para alegrarse mucho porque ustedes saben que, siempre que se pone a prueba la fe, la constancia tiene una oportunidad para desarrollarse. Así que dejen que crezca, pues una vez que su constancia se haya desarrollado plenamente, serán perfectos y completos, y no les faltará nada.
Santiago 1:2-4 NTV
¿Quién no querría vivir una vida sin problemas? De
hecho creo que la mayor parte de nuestra vida la pasamos resolviéndolos, pero
es interesante el consejo sagrado en contraste con lo que la sociedad nos ha
enseñado.
La Escritura nos invita a alegrarnos, mientras la
sociedad nos invita a preocuparnos. La escritura ve en los problemas una oportunidad
para desarrollar la constancia, el mundo produce una enfermedad llamada estrés.
Es muy fácil decir esto cuando no estamos pasando
por problemas, pero es aquí donde nuestra fe debe reflejarse. Creer en lo que
no vemos, por más oscura que sea la noche, por más pesada que esté La carga
siempre saldrá el sol y llegaremos a La meta. No podemos evitar tener problemas
en esta vida, por más que les huimos ellos siempre estarán, pero de ahora en
adelante podemos verlos de una manera diferente.
1. No los afrontaremos
solos. El Dios de toda gracia que nos llamó y salvó estará todos los días de
nuestras vidas, no está condicionado sólo a momentos buenos; siempre estará.
2.
Los problemas
nos ayudan a perfeccionar el plan de Dios para nuestras vidas, familia, Iglesia.
Él empezó la buena obra y La terminará en cada uno de nosotros.
La recompensa en la Escritura es que no nos faltará
nada. En el mundo casi siempre terminamos endeudados.
¿Cómo enfrentas tus problemas?
¿En quién has puesto tu fe?
Maria Prasca
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